Salamone en Pellegrini
(El siguiente texto forma parte del detrás de escena de la filmación del documental “Salamone Superstar” y fue publicado originalmente en Mayo de 2012)
Para empezar con la crónica, debo contar antes como surgió todo esto, el tema fue así:
A comienzos de Abril de 2012, el equipo de Eduardo Lazzari organizaró un viaje, cuyo objetivo era recorrer las obras de Francisco Salamone, en lo que se conoce como la “Comarca Oeste” la cual incluye los partidos de Pellegrini, Salliqueló, Tres Lomas, Guaminí, y Adolfo Alsina (este último, conocido por su ciudad más importante, Carhué). La idea era que en tres días un gran numero de personas iban a visitar prácticamente todas las obras que Salamone realizó en el lugar. Al enterarme de esto, remonté una idea que hace tiempo tenía dando vueltas, esta consistía en retratar o más bien documentar a los Salamónicos y su contacto con las monumentales obras. Dicho encuentro podía convertirse en al menos una escena para la segunda parte del nuevo documental. Así decidí sumarme al viaje y comenzar con los preparativos: revisando la historia de los lugares que visitaríamos, poniendo a punto el equipo de filmación, y preparando una especie de guía con cosas a registrar. Finalmente se podía decir que estaba listo, y el día había llegado, mañana comenzaría la travesía.
Partida
Partimos el sábado 28 de abril (de 2012) a primera hora, el día comenzó oscuro y con una molesta y constante lluvia, sin embargo todos los Salamónicos estábamos congregados de manera puntual a metros del cementerio de la Recoleta. Un lugar muy simbólico si nos detenemos aquí, no solo por las estatuas y cúpulas que sobresalen de sus muros, sino porque el propio Salamone estuvo 33 años sepultado en este sitio.
El micro salió a horario en este día gris de un otoño que parecía invierno, sin embargo habiendo dejado atrás la ciudad e ingresando a la ruta, el panorama poco a poco iba cambiando. La molesta y constante lluvia había parado, pero el cielo encapotado era impredecible. Dentro del micro viajábamos aproximadamente 64 personas. Voy sentado al lado del amigo y compañero de aventuras Marcelo Metayer quién casualmente también participa del viaje, más tarde me enteraré que en micro también viajan los Arquitectos Marcela Nacarate y Martín Marigo, también amigos de La Plata. Salvo los mencionados, no conozco a nadie más, pero me llama la atención el detalle de que viajan un par de señoras mayores de apellido Salamone! las cuales según cuentan no están emparentadas con el Ingeniero Arquitecto. Luego de casi medio viaje, paramos en Bragado, yo me acordaba de un amigo originario de aquí, que siempre mencionaba esta ciudad y volvía cada vez que podía. Tomamos el desayuno en un restaurant bien puesto, con instalaciones modernas, un lugar que denota la prosperidad de muchas de las ciudades del interior. Volviendo a la ruta, unas extrañas torres de alta tensión adornan el paisaje, mientras este mezclaba la llanura con las lagunas que iban apareciendo. Hay que recordar que en esta zona abundan las grandes lagunas, las mismas que han inundado y destruido parte de algunas ciudades, pero esto lo veremos más adelante.
Llegada a Pellegrini
Luego de varias horas llegamos a nuestra primera parada real, Pellegrini, ingresando a la ciudad, se destaca como no podía ser de otra manera, la torre de municipalidad que diseñara Salamone, la misma se ubica justo al fondo de la avenida principal. Sin embargo antes de Salamone viene el almuerzo, y que almuerzo! Esta, es una región ganadera por excelencia, aquí todo es a base de carne (salvo que uno exprese que es vegetariano). De entrada unas increíbles empanadas de carne fritas, (si me preguntan por mi top ten de comidas, estas empanadas se han abierto paso en los primeros puestos) luego como si fuera poco, llegó un exquisito asado, seguir a Salamone tiene sus ventajas! Además de la increíble comida, tuve la oportunidad de compartir la mesa y disfrutar de la compañía de los Fotógrafos Tomás Casares y Mecha Frías, entre otros. Finalizado el almuerzo, ahora si vamos a ver el motivo real de este viaje, la municipalidad. Ya frente a la obra todos los Salamónicos descendemos nuevamente del micro, y nos ubicamos en torno a esta. Al ver el Palacio, finalmente puedo unir todas las imágenes previas que conocía de Pellegrini, las cuales dan como resultado esta obra única, que realmente existe, y que durante un par de horas podremos explorar. El palacio fue restaurado y es uno de los que en mejor estado se encuentra, a pesar de haber sufrido hace algunos años un pequeño incendio, del cual afortunadamente no quedan rastros. Se destaca una enorme fuente de agua, en la cual se puede apreciar el reflejo de la torre en su totalidad. El cielo continúa nublado, esto hace que la torre quede casi fundida con las nubes. El grupo recorre el interior del palacio, mientras sus flashes se extienden en todos los rincones. Yo filmo e intento captar cada lugar, cada detalle, sin embargo, la dimensión y diversidad de los elementos rápidamente me sobrepasa. El trascurso de las horas y la poca luz, hacen caer la noche rápidamente. Antes de irnos tomo una foto, ahora el palacio se ve distinto, casi fantasmagórico… mejor me subo al micro, antes de que se olviden de mi.
Ahora nos vamos hacia Salliqueló, allí pasaremos la noche y mañana seguiremos la recorrida.