Tesis Capitulo 1

Capítulo 1  – Introducción

Resumen:

La televisión ha sido el medio de comunicación por excelencia del siglo XX, sin embargo a partir de la masificación de internet y las nuevas tecnologías digitales, el siglo XXI propone un panorama incierto para la televisión tal cual la conocemos.

Los más audaces afirman que la televisión tiene los días contados y que será solo cuestión de tiempo, para que las nuevas tecnologías la reemplacen definitivamente. Otros destacan el potencial que posee este medio, y proponen una coexistencia entre ésta y las nuevas tecnologías.

Remontándonos a lo que pasó en otros momentos de la historia con medios masivos como la radio, la cual fue desplazada por la televisión, rápidamente podemos advertir que el medio radiofónico continúa existiendo habiéndose adaptado y adecuado a la nueva realidad. Cada viejo medio se vio forzado a coexistir con los medios emergentes, ya que una vez que un medio se establece satisfaciendo alguna exigencia humana, continúa funcionando dentro de un sistema más vasto de opciones comunicativas (Jenkins, 2006).

La televisión continúa cumpliendo un rol social importantísimo, ocupando un lugar predominante en los hogares, generando enormes audiencias y teniendo una gran influencia en los temas de la agenda pública, por este motivo entender cual será el futuro de éste medio, resulta de suma importancia por las implicancias que tendrá en la sociedad, y fundamentalmente en lo que concierne al desarrollo cultural.

Si en principio suponemos que un viejo medio como la televisión, coexistirá con los nuevos medios digitales emergentes, resulta fundamental poder definir que entendemos por la palabra televisión, su estado en la actualidad, las razones por las que se sigue consumiendo y los fundamentos de los pronósticos que anuncian su muerte. Por otro lado se deberá analizar concretamente aquellos aspectos que la televisión deberá adaptar; y también identificar aquellas fortalezas propias que persistirán, y que serán las encargadas de satisfacer exigencias humanas, como ningún otro medio lo puede hacer.

La hipótesis que intentaremos demostrar es que a partir de los significativos cambios que han traído las nuevas tecnologías, la televisión se ha ido adaptando y reconvirtiendo, y esto sumado a una serie de fortalezas, le permitirá seguir siendo un medio de comunicación poderoso y vigente.

 

Problemas y objetivos fácticos de la investigación:

Este trabajo intenta analizar a la televisión, y como ésta responde a las problemáticas que implican las nuevas tecnologías.

El primer problema que se presenta en esta investigación tiene que ver con las definiciones, ¿que es lo que entendemos por “televisión” y a que llamamos “la era de las nuevas tecnologías”?

A partir de las nuevas tecnologías surgirá el concepto de “convergencia”, el cual desarrollaremos para comprender los complejos cambios que se están produciendo en la televisión, a raíz de su interacción con las nuevas tecnologías.

El objetivo principal de este trabajo consiste en poder realizar un diagnóstico sobre el estado actual de la televisión, como este medio responde y se adapta a los cambios que implican las nuevas tecnologías, y cuales serán las principales fortalezas del medio televisivo que le garantizarán su continuidad en el tiempo.

Los objetivos secundarios consisten en:

  • Trazar definiciones claras sobre nuestro objeto de estudio.
  • Analizar los motivos y teorías que justifican que consumamos televisión.
  • Explorar los cambios que experimentó la televisión antes, y a partir de la llegada de las nuevas tecnologías.
  • Confrontar aquellos argumentos que anuncian la muerte de la televisión, con los que rescatan sus virtudes y fortalezas.
  • Analizar como es la relación de la televisión con las nuevas tecnologías, y que estrategias adopta para mantenerse vigente.
  • Clasificar y analizar detalladamente los elementos que constituyen las fortalezas de la televisión, y cual es el alcance y posibilidades que estos representan.
  • Analizar casos reales para poder comprender en la práctica que transformaciones experimenta la televisión y su relación con las audiencias.

 

Estado de la cuestión:

El desarrollo y masificación de Internet durante la década de 1990, puso en crisis una serie de paradigmas y saberes generando una gran volatilidad que hasta el día de hoy continúa. A ésta se la conoció como la “revolución digital”. Si bien ésta (también conocida como tercera revolución industrial) comenzó entre las décadas de 1960 y 1970, y consistió en el cambio de la tecnología mecánica, analógica y electrónica por la digital, el término “revolución digital” hace especial referencia a los cambios radicales provocados por la computación y las tecnologías de la comunicación.

Según Manuel Castells asistimos a una de las revoluciones tecnológicas más extraordinarias de la historia. Es una revolución centrada en las tecnologías de la información y la comunicación, lo que la hace mucho más importante que la revolución industrial. Todo lo que hacemos, la organización social y personal, es información y comunicación (Castells, 2000).

Un punto de inflexión ocurrió en 1991, cuando la World Wide Web se hace accesible al público en general (antes solo disponible para gobiernos o universidades) (Bryant, 2011), a partir de aquí se inicia un cambio radical en la forma en que las empresas, y especialmente los individuos interactúan. Internet abre nuevas posibilidades para la comunicación y la circulación de información, gracias a esta tecnología el espacio se ha comprimido notablemente y el tiempo se ha acelerado de manera vertiginosa (Urresti, 2011), y a la vez se desafía a medios establecidos como la televisión, para la cual se plantea un escenario apocalíptico (Negroponte, 1995). Por su parte George Gilder asegura que la computación no venía a reemplazar a la televisión, sino a destruirla.

La explosión de la burbuja punto-com echó un jarro de agua fría sobre este discurso (Jenkins, 2006), y hacia mediados del 2000 se deja de lado el término “revolución digital” y se adopta el de convergencia. Según Henry Jenkins la convergencia es un período de transición prolongado en el que viejos y nuevos medios interactúan de formas cada vez más complejas. El cine no mató al teatro, la televisión no mató a la radio, cada medio se vio obligado a coexistir con el medio emergente. Ésta es la razón por la cual las hipótesis de una “revolución” digital o tecnológica no resultan muy plausibles. En este sentido la noción de convergencia permite comprender mejor el cambio mediático de las ultimas décadas. Los viejos medios no están siendo desplazados sino que sus funciones y su status están cambiando con la introducción de las nuevas tecnologías (Varela 2009). El contenido de un medio puede variar, al igual que su público y su estatus social, pero una vez que un medio se establece satisfaciendo alguna necesidad humana, este continuará funcionando (Jenkins 2006).

Las interacciones cada vez más complejas entre los nuevos medios digitales, y la televisión, ha hecho posible entre otras cosas: descargar o ver vía streaming contenidos de tv en una multiplicidad de dispositivos en cualquier momento y lugar; integrar Twitter con lo que la gente ve en tv, pudiendo indicar la repercusión que está teniendo un determinado programa. YouTube ha posibilitado que podamos ver aquello que nos perdimos, o que veamos un noticiero en vivo desde nuestra computadora; y el celular se ha convertido en una extensión comunicacional que nos acompaña a todos lados, y también complementa nuestro visionado de televisión.

Sin embargo en este período de convergencia, continúan circulando ideas que plantean que las nuevas tecnologías están desplazando a los medios tradicionales, y hechos concretos como el aumento sostenido del consumo de contenidos digitales, y la creciente importancia que adquieren las generaciones más jóvenes y su utilización de múltiples dispositivos tecnológicos, intentan sostener la idea de que “la gente ya no mira televisión”, por eso en este punto resulta importante detenerse y plantear definiciones claras, en definitiva, ¿que entendemos por televisión?

La palabra televisión agrupa a varios significados, por eso resulta importante poder identificar cada uno de estos para comprender su alcance e implicancias. Muchos autores intentan definir que es televisión, Amanda Lotz explica que no es una simple tecnología ni mucho menos un electrodoméstico, sino que es una tecnología y a la vez una herramienta narrativa cultural, “La conocemos como una especie de ‘ventana del mundo’ o ‘corazón cultural’ que reúne a nuestras familias nos cuenta historias y nos ofrece vistazos de lo que sucede a diario en el mundo exterior”.

Si bien la palabra televisión indistintamente nos puede estar remitiendo a un artefacto, a una señal (electromagnética, analógica, digital o satelital), o a un contenido audiovisual, es necesario aclarar que cuando hablemos de televisión nos estaremos refiriendo al medio televisivo, generador y distribuidor de contenidos. Estos contenidos a su vez podrán ser consumidos en un televisor o en otro dispositivo capaz de recibir, almacenar o reproducir dichos contenidos.

Con esta definición queda claro que el área que abarca la televisión resulta muy amplia, sin embargo nuestro estudio estará enfocado principalmente en la relación de la televisión con las nuevas tecnologías, y en características específicas del medio televisivo.

La irrupción y el desarrollo de las nuevas tecnologías es uno de los elementos propios de nuestra era. La inmediatez y el acceso a la información han modificado no solo los saberes tradicionales, sino también la forma de trabajar, relacionarnos y hasta los aspectos más sencillos de la vida cotidiana. Esta etapa que se caracteriza por su rapidez y mutabilidad, no está limitada a las innovaciones tecnológicas o a la técnica, sino que implica un cambio mucho más radical, relacionado con la manera en que pensamos, nos relacionamos y consumimos.

Esta enorme transformación modifica absolutamente todo lo que hacemos, desde las maneras como producimos, hasta los modos como consumimos, vivimos y morimos (Castells, 2000).

En este punto haremos un alto y analizaremos a partir del marco teórico propuesto por Raymond Williams, como se originan estas innovaciones tecnológicas y como son adoptadas por la sociedad. Williams afirma que buena parte de los debates que se dan en el campo tecnológico están atravesados por dos tipos de opiniones, las del “determinismo tecnológico” y las de la “tecnología sintomática”. El determinismo tecnológico propone que las nuevas tecnologías se descubren en un proceso esencialmente interno de investigación y desarrollo, lo cual establece luego las condiciones para el cambio social y el progreso. Mientras que la tecnología sintomática también propone que las nuevas tecnologías se descubren en un proceso esencialmente interno de investigación, pero que estas tecnologías son un producto secundario de un proceso social que está determinado por otras circunstancias. Mientras que el determinismo tecnológico propone que las nuevas tecnologías crean nuevas sociedades o nuevas condiciones humanas; la perspectiva de la tecnología sintomática provee los materiales para nuevos modos de vida. Sin embargo Raymond Williams no está conforme con estas dos visiones, y a partir del estudio de la historia de la televisión propone una tercera interpretación. Según analiza, la tecnología sería un objeto buscado y desarrollado en función de determinados propósitos y prácticas sociales que la preceden, la tecnología no es periférica sino central para resolver estas necesidades sociales conocidas (Williams, 1974). Aunque también es importante aclarar que este proceso resulta muy complejo, ya que en las sociedades modernas ante la existencia de una necesidad social no siempre aparecerá una tecnología apropiada para satisfacerla, esto dependerá de muchos factores como pueden ser avances científicos, recursos económicos, grupos sociales que apoyen la iniciativa, etc.

Henry Jenkins también abordará la problemática de las nuevas tecnologías, afirmando que las complejas interacciones entre viejos y nuevos medios dan origen a una etapa denominada convergencia.

El proceso de convergencia ha sido definido de múltiples formas, lo cual indica las complejidades para su conceptualización. En 1997 la Comisión Europea había elaborado un libro sobre la convergencia de las telecomunicaciones, los medios de comunicación y las tecnologías de la información en el que proponía dos definiciones distintas: La convergencia es la capacidad de diferentes plataformas de red de transportar tipos de servicios esencialmente similares; o bien la aproximación de dispositivos de consumo tales como el teléfono, la televisión y el ordenador personal (Becerra y Beltrán, 2014).

Dênis de Moraes plantea que vivimos un cambio del paradigma comunicacional, a partir de la digitalización se ampliaron los sistemas, lenguajes, medios de transmisión, distribución y exhibición de datos, sonidos e imágenes. La convergencia entre los sectores de informática, telecomunicaciones y medios, asegura las condiciones para la multiplicación de productos y servicios digitales.

Por su parte Henry Jenkins, se refiere a la convergencia como un período histórico, cuyo inicio se puede ubicar a mediados de la década de 2000, y se caracteriza por ser una etapa prolongada, donde los viejos y nuevos medios interaccionan de formas cada vez más complejas, y donde diversos sistemas mediáticos compiten y a la vez colaboran, en búsqueda de una estabilidad que no se termina de lograr. La convergencia es ante todo un período de transición, que no implica estabilidad, y que está marcado por las contradicciones e intereses enfrentados que llevan a resultados imprevistos (Jenkins, 2006).

Al respecto Mirta Varela señala que “los medios tienden a la convergencia pero mientas la tecnología digital interactiva se encuentra suficientemente desarrollada para ello, la cultura no lo está”. Esto significa que cambio técnico y cambio cultural no siguen un mismo ritmo y se producen tensiones entre técnicas de comunicación nuevas y formas sociales viejas.

Esto lo podemos ejemplificar con algunas invenciones técnicas que “reposan” durante años, hasta que la sociedad finalmente las adopta y las incorpora a su uso diario, otorgándoles una jerarquía específica.

Se puede comprender el fenómeno de la convergencia en sus diversas acepciones: digital (reducir la información a bits), económica (fusión o alianzas entre distintos grupos mediáticos), tecnológica (cambios en el proceso de producción), o comunicativa (Salaverría, 2003).

Las transformaciones tecnológicas, la digitalización del sistema televisivo y las sinergias que se establecen entre las distintas pantallas son síntomas de un escenario renovado, en el cual los contenidos de los medios circulan en distintas pantallas, esto implica una economía de la re-usabilidad. Esto significa que es caro producir el primero, pero luego su reproducción tiende a cero, por lo cual la apertura hacia diversos soportes favorece los rendimientos económicos de este tipo de bienes. (Igarza, 2008).

En este contexto volátil, donde parecería que cualquier teoría rápidamente se vuelve obsoleta, y la especulación encumbra nuevas tecnologías que luego fracasan, resulta muy común encontrarse con pronósticos apocalípticos vinculados a los medios tradicionales.

A partir de un desplazamiento del consumo de los medios tradicionales hacia los nuevos medios digitales, comienza a tomar fuerza la idea de la “muerte de la televisión”. Esta problemática ha sido abordada por múltiples autores y será analizada y desarrollada en el próximo capitulo, luego de exponer todos los aspectos que entran en juego.

Por su parte el medio televisivo, el cual históricamente se ha caracterizado por ir incorporando innovaciones tecnológicas, continúa reinventándose a partir de la incorporación de elementos propios de las tecnologías digitales.

Y también cada vez se hacen más evidentes muchas de las fortalezas de este medio, entre las que podemos destacar, el poder del vivo, la inmediatez, y como la televisión sigue generando contenidos de calidad que se consumen en una multiplicidad de dispositivos, generando enormes audiencias, movilizando grandes recursos económicos y teniendo una gran influencia sobre la sociedad. Dichas fortalezas según la hipótesis que proponemos, le permitirán seguir siendo un medio poderoso y vigente.

  

Perspectiva y Marco Teórico

 El debate continúa abierto, que cambios experimentó la televisión a partir de la irrupción de las nuevas tecnologías, (Williams, 1974; Jenkins, 2006; Carlón, 2009; Negroponte, 1995; Ramonet, 2015) por eso resulta importante incorporar nuevas preguntas y diferentes puntos de vista para abordar esta cuestión.

Así, a partir de la investigación y el análisis de esta problemática, se han ido encontrando e identificando una serie de indicadores presentes en diferentes autores, que resultan fundamentales para estructurar esta tesis.

En primer lugar nos volvemos a preguntar ¿que es la televisión?, intentando analizar las visiones de diferentes autores (Carlón, 2009; Lotz, 2007; Varela, 2009; Williams. 1974).

Siendo la televisión un medio capaz de continuar satisfaciendo necesidades (Jenkins, 2006), resulta importante analizar el comportamiento de los consumidores, y los fundamentos que sostienen que se siga consumiendo televisión, así se presentan diferentes teorías que intentan explicar esto (Capriotti, 2009), se analiza el rol que juega el tiempo de ocio en el consumo de televisión (Igarza, 2009; Lotz, 2007), y se desprenden otros aspectos relevantes como los efectos de los medios sobre las audiencias (Katz y Lazarsfeld, 1955; Waisbord, 2012).

Luego abordaremos los cambios más significativos que ha experimentado la televisión (Martin, 2013; Urresti, 2011; Varela, 2009; Scolari, 2009), y el papel que juega internet en estos cambios (Martel, 2010, Negroponte, 1995).

Finalmente abordamos la problemática de la muerte de la tv a partir de la visión de diferentes autores (Carlón, 2009; Cerf, 2007; Lotz, 2007, Ramonet, 2015, Verón, 2013a).

En el tercer capítulo analizaremos como se adapta la televisión y como es su interacción con el mundo digital (Ramonet, 2015, Carboni, 2014), en que consiste el uso que proponen las pantallas portátiles (Igarza, 2009; Scolari, 2009; Perazo, 2016), y cual es la relación con las redes sociales como YouTube, Facebook y Twitter (Sibilia, 2008; Igarza, 2009; Gallardo Camacho, 2013, Benito-García, 2014).

El consumo de contenidos audiovisuales en plataformas digitales (Rama, 2003, Bauman, 2000, Graginski, 2016). el rol activo o pasivo del espectador (McLuhan, 2000; Gallardo Camacho, 2013) y la importancia del transmedia para los cambios que está experimentando la televisión (Jenkins, 2003; Scolari, 2013).

Finalmente en el cuarto capítulo abordaremos una serie de fortalezas que le dan continuidad y refuerzan el consumo televisivo, como la experiencia colectiva que plantea este medio (Poniewozik, 2010; Brennan 2013), donde millones de espectadores están congregados en un mismo momento consumiendo los mismos contenidos, la inmediatez (Dayan y Katz, 1994; Carlón, 2009), y la naturaleza efímera de la televisión (Ramonet, 2015). Y luego analizaremos porque los contenidos siguen constituyendo una de las principales fortalezas de la televisión (Stolovich, 1997; Benhamou, 1996; Breton, 1982; Martel, 2010; Adams, 2014).

 

Hipótesis de la investigación:

La hipótesis que intentaremos demostrar es que a partir de los significativos cambios que han traído las nuevas tecnologías, la televisión se ha ido adaptando y reconvirtiendo, y esto sumado a una serie de fortalezas que posee, le permitirá seguir siendo un medio de comunicación poderoso y vigente.

Esta hipótesis se sostiene en tres hechos puntuales:

  • Los nuevos medios no reemplazan a los viejos.
  • La televisión, por su histórica capacidad de innovación, continuamente se está adaptando e incorporando elementos que la mantienen vigente.
  • Las diversas fortalezas propias de este medio, hacen que los espectadores continúen consumiendo televisión.

  

Metodología de Contrastación:

En esta tesis se trabajará sobre la televisión, y su respuesta a las problemáticas que plantean las nuevas tecnologías.

Sin embargo por la amplitud de variables y conceptos que involucra la palabra televisión, es importante que definamos un contexto concreto, a sea los lugares por los que transitará nuestro análisis.

Si bien la televisión agrupa a una serie de contenidos muy disímiles y cada vez más fragmentados, que apuntan a públicos claramente segmentados, nos interesa profundizar y analizar concretamente lo que son los contenidos de ficción y dentro de estos particularmente a las series televisivas de origen extranjero (principalmente estadounidenses), que son consumidas masivamente a nivel mundial, y que han tenido una gran aceptación entre el público Argentino.

La justificación de esta elección yace en que las series son uno de los formatos masivos que sostienen y potencian el consumo televisivo, y además alimentan el imaginario colectivo dando origen a una producción cultural derivada muy rica y heterogénea.

Dentro de los contenidos televisivos encontramos dos categorías, los contenidos grabados, como por ejemplo una serie de ficción; y los contenidos en vivo, como por ejemplo deportes o noticias, donde se produce un consumo masivo, muchas veces superior al de una serie televisiva.

Si bien destacamos la importancia de los contenidos en vivo, y el vivo a su vez como lenguaje constitutivo de lo televisivo, y nos referiremos a estos en diferentes momentos de la tesis; nos interesa centrar nuestro análisis en las series televisivas de ficción, ya que éstas además de tener un gran  protagonismo en la actualidad, guardan una estrecha relación con las nuevas tecnologías.

Varios autores, realizadores y guionistas, coinciden en que nos encontramos en una nueva era dorada de la televisión (Martin, 2013), una denominación que no solo ha captado nuestra atención, sino que además se advierte en el hecho de que más de una decena de directores consagrados se  lanzan por primera vez en sus vidas a la realización de series televisivas. Entre éstos destacamos los casos de David Fincher con “House of Cards”, Martin Scorsese con “Boardwalk Empire”, M. Night Shyamala con “Wayward Pines”, y la reciente incorporación a esta lista de Woody Allen con su serie para Amazon “Crisis in six scenes”.

Sin embargo el aspecto aún más llamativo que involucra a las series de ficción, y las relaciona directamente con las nuevas tecnologías, tiene que ver con un cambio de rol en muchas de las empresas involucradas. Amazon, Netflix, o Hulu son sólo algunas de las compañías de origen tecnológico, que nacieron como distribuidores de contenidos audiovisuales (muchos de éstos televisivos), y gracias al éxito que han tenido en este campo, han pasado de ser distribuidores a convertirse también en productores. El auge de las series televisivas de ficción ha ayudado a producir un cambio profundo de paradigma, donde nuevos agentes se suman a la producción de contenidos, provocando tensiones y competencia que en definitiva terminan provocando un incremento en la cantidad y calidad de los contenidos televisivos de ficción.

Para poder llevar adelante este abordaje, nos proponemos indagar en la bibliografía, exponer las visiones de diferentes autores, teorías sobre los medios, y poder confirmarlas o refutarlas a partir de datos empíricos y estadísticos. Y a la vez también desarrollar el análisis de casos concretos contemporáneos en relación a cadenas o empresas tecnológicas productoras de contenidos audiovisuales y específicamente de series de ficción.

Dada la naturaleza de este tema, hay muchas opiniones y visiones que resultan antagónicas, por eso es importante entender cuales son las motivaciones que sustentan cada una, y de esta manera poder trazar una clara diferenciación descartando aquellas ideas que no se sustentan en hechos sino que responden a intereses económicos, como por ejemplo los que puede tener un gran conglomerado que intenta instalar una nueva forma de consumo.

También nos proponemos analizar casos prácticos vinculados a formas de consumir televisión, para esto se utilizarán datos estadísticos junto a observaciones empíricas sustentadas por autores de la bibliografía.

A lo largo de esta tesis, se desarrollarán en profundidad tres aspectos del medio televisivo, que serán fundamentales para la hipótesis planteada.

En la primera parte se realizará el análisis de “la televisión hoy”, donde nos volveremos a preguntar que es la televisión según la visión de distintos autores. Luego desarrollaremos los motivos por los que consumimos televisión, cuales son los fundamentos sociales, las necesidades humanas que satisface, y las diferentes teorías que lo sustentan. A partir de aquí abordaremos los cambios más significativos que ha enfrentado la televisión desde su consolidación. En primer lugar desarrollaremos el concepto de fragmentación de las audiencias, luego la crisis del Broadcasting, y finalmente el rol que tiene internet a partir de su masificación y su influencia sobre a televisión. Finalmente y a partir de la información expuesta, retomaremos el concepto de la muerte de la televisión basándonos en el análisis de varios autores, y fijaremos una posición sobre la que se continuará trabajando a lo largo de la tesis.

En la segunda parte se analizará “como se adapta la televisión”, para dar respuesta a las nuevas exigencias de consumo, y a la vez aprovechar las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, las cuales en muchos casos benefician al medio televisivo. Luego abordaremos como interactúa la televisión con Internet, a partir de los puntos de contacto entre ambos medios y las plataformas para consumo de contenidos que también los conectan, analizando los casos de: Las pantallas portátiles; las redes sociales y particularmente los casos de YouTube, Facebook y Twitter; y las plataformas digitales para consumo de contenidos audiovisuales en streaming, desarrollando puntualmente el caso de Netflix. Finalmente analizaremos el rol activo o pasivo del consumidor a partir de su consumo de la televisión tradicional y de las distintas plataformas digitales; y por ultimo desarrollaremos el concepto de Transmedia, tan presente en nuestros días y con profundas implicancias para la televisión.

En la tercera parte, analizaremos “las fortalezas propias de la televisión”, sin perder de vista su relación con las nuevas tecnologías. Abordaremos “la inmediatez” como una fortaleza y su relación con los contenidos en vivo. Los nuevos medios digitales han propuesto un consumo más individual, mientras que la televisión ha sido concebida para un consumo colectivo, lo cual da lugar a la “experiencia colectiva”. Analizaremos porque esta experiencia colectiva se constituye como una fortaleza. Luego examinaremos otra fortaleza del medio televisivo como es “la naturaleza efímera” y su relación con la grilla de programación. Posteriormente se abordará la mayor fortaleza del medio televisivo, su capacidad para generar y distribuir contenidos de calidad, y como el espectador a pesar de cada vez contar con más productos disponibles, continúa optando masivamente por los de la televisión, y se desarrollarán las principales ventajas que estos aportan a la televisión. Finalmente analizaremos el rol de la televisión como distribuidor y productor de contenidos, y luego desarrollaremos el caso de la cadena internacional AMC y sus puntos en común con el resto de la industria televisiva.