Tesis Capitulo 5

Capítulo 5 – Conclusiones

 

Panorama

 

Desde el inicio de esta tesis abordamos la problemática que implicaba la definición de la palabra televisión, y el alcance que ésta tenía. Luego de los temas analizados y comprendiendo las diferentes formas y plataformas en que se consumirán contenidos televisivos, resulta necesario volver a preguntarse ¿eso también será televisión? Al respecto Amanda Lotz toma una posición que intenta sintetizar el problema, afirmando que la televisión no se define por los contenidos que vemos, ni por como llega a nosotros, sino por el conjunto de experiencias y prácticas que tenemos asociadas con la actividad de ver televisión. Basándonos en esta idea, podemos afirmar que se transformarán notablemente las plataformas, momentos y lugares que propicien la actividad de mirar televisión, pero según nuestro punto de vista, el hecho seguirá entendiéndose como consumo televisivo.

 

Los contenidos, que se dividen entre sus dos dispositivos o lenguajes, el vivo y el grabado, promoverán diferentes plataformas de acceso y formas de ser consumidos. El vivo a raíz de la inmediatez, y las novedades que comunica, incitará al público a querer consumirlo en el momento esté donde esté. Por lo tanto podemos afirmar que éste se seguirá consumiendo en las cómodas pantallas de los hogares, e intuir que como sucede en la actualidad gracias a la banda ancha, cada vez más personas accederán a contenidos en vivo en cualquier lugar a través de las diferentes pantallas portátiles y diversas plataformas como por ejemplo Youtube, a la cual cada vez se suman más señales que transmiten en vivo sus contenidos. En el caso de los contenidos grabados, es necesario diferenciar los de media y larga, de los de corta duración. Los de media y larga duración (series y películas en su mayoría) se consumirán principalmente a través de los televisores del hogar, esto se justifica por su calidad de imagen, y por la comodidad del espacio donde están dispuestos. Sin embargo también habrá una minoría que consumirá estos contenidos en pantallas portátiles como tablets o teléfonos inteligentes (fenómeno muy común entre niños y jóvenes).

Con respecto a los contenidos grabados de corta duración, éstos desde hace tiempo han encontrado su lugar en los nuevos medios digitales, aunque también circulan por televisión (pero tarde, una vez que éstos ya llevan un día o más de haberse viralizado). La explosión de los nuevos dispositivos de consumo (como tablets, teléfonos inteligentes y computadoras) ha expandido el consumo personal de contenidos cortos; y si bien en un principio era Youtube o los periódicos en línea los lugares principales para consumirlos, hoy en día resulta cada vez más común consumir éstos a través de aplicaciones de mensajería como por ejemplo Whatsapp, donde los usuarios reciben videos, consumen, seleccionan, y reenvían entre algunos de sus contactos.

Con respecto a la producción de los contenidos de corta duración, vemos como particularmente Youtube ha estimulado su producción por parte de todo tipo de usuario (fenómeno que alcanza su máxima expresión a través de los famosos “Youtubers”); y por ende esto ha posibilitado la creación de un mercado muy dinámico, que funciona de forma independiente. Si bien estos contenidos continúan manteniendo una estrecha relación con la televisión, ya que muchas veces se generan como adaptación o consecuencia de otro de origen televisivo, o (como lo señalamos anteriormente) circulan de forma aleatoria como pequeñas cápsulas que por lo general aportan distención en noticieros o programas de actualidad; los contenidos cortos encuentran en los nuevos medios digitales el entorno ideal de producción, distribución y consumo.

 

 

Adaptación

 

Los cambios permanentes que ha enfrentado la televisión, la han convertido en un medio caracterizado por la movilidad, lo cual ha favorecido su permanencia en un ecosistema complejo y cambiante. La relación entre televisión y nuevas tecnologías no resulta tan dicotómica como se creería, esto queda en evidencia a partir de la forma en que la televisión haciendo uso y aprovechando las nuevas tecnologías se ha ido reconvirtiendo, habilitando nuevas formas de consumo y plataformas de acceso; nuevas formas en que el espectador se relaciona con los contenidos, interactúa con estos y personaliza su consumo; también logrando una mayor fidelización de la audiencia, y a la vez promocionando sus productos de manera novedosa. De esta manera la tv no solo se ha ido adaptando a los tiempos que corren, sino que a la vez ha logrado potenciar su consumo.

 

La televisión por su histórica capacidad para generar contenidos y temas de actualidad, seguirá ocupando un lugar destacado dentro de los medios de comunicación. Ésta continuará nutriendo con nuevos contenidos que se replicarán en los medios digitales, y por ende se convierte en una aliada de éstos. Se plantea entonces una relación de complementariedad que garantiza que la continuidad de la televisión.

 

La adaptación que ha experimentado la televisión a lo largo de estas décadas, debe servir como ejemplo para que los gestores y productores culturales puedan poner en práctica ideas innovadoras, que a partir de la asociación y complementariedad que se puede encontrar entre diferentes medios y plataformas, se establezcan estrategias cuyo fin (entre otros) podría ser captar el interés de nuevos consumidores.

 

 

Fortalezas

 

En épocas donde gran parte del tiempo de ocio se vuelca hacia los nuevos medios digitales, la televisión aún mantiene una serie de fortalezas que sostienen su consumo, a partir de características únicas que sólo éste medio puede brindar. Entre estas fortalezas destacamos: la inmediatez, la cual viene intrínsecamente relacionada con el lenguaje del vivo constitutivo de la televisión, y que permite que ésta sea utilizada como medio de referencia sobre todo tipo de hechos sociales, teniendo prioridad los más importantes y trascendentes. La experiencia colectiva, la característica social a partir de la cual la televisión habilita un punto de contacto entre diferentes personas. Y la naturaleza efímera, característica que valiéndose de lo perecedero y fugaz de los contenidos, intenta condicionar al espectador para que éste los consuma en el momento.

 

A estas fortalezas se suman los contenidos, los cuales si duda ocupan el primer lugar. Son varios los motivos por los que la televisión logra consolidarse en este aspecto, así podemos mencionar: sus décadas de experiencia en cuanto a la producción de contenidos y testeo de las audiencias; los grandes presupuestos que puede manejar y artistas de primer nivel a los que logra convocar; y las cadenas televisivas responsables, que a su vez se pueden considerar como valiosas marcas en el mercado, que respaldan con su experiencia y trayectoria los productos que ponen a disposición del público.

En estos tiempos donde el consumo se vuelve cada vez más efímero, casi descartable, aparece la imperiosa necesidad de mantener la maquinaria en funcionamiento, produciendo cada vez más contenidos, y con estándares de calidad que al menos en teoría deberían mantenerse.

En un escenario que no se mantiene estático, y donde muchos de los nuevos medios digitales quieren consolidarse también como productores de contenidos (ejemplos mencionados al respecto son Netflix, Hulu y Amazon entre otros) la televisión debe continuar aprovechando su principal fortaleza, articulándola a través de los usos y consumos que ofrecen las nuevas tecnologías, y las nuevas posibilidades narrativas que encarna el transmedia.

 

A raíz de su historia, su capacidad de adaptación, y las múltiples fortalezas que la constituyen, la televisión continúa satisfaciendo los deseos de las audiencias, y por eso afirmamos que ésta se mantiene como un medio poderoso y vigente.